MONTE PERDIDO (FEEDFORWARD)

Nunca fui a los Pirineos. Anduve volcado en mi querida Sierra de Baza. Y en ese mismo tiempo y espacio, puntualmente, pasé por algunos tres miles de Sierra Nevada. Mientras empiezo a escribir esto me distraigo mirando la ventana del tren en el que viajo en dirección hacia Madrid. No hay siluetas imponentes aún pero en el horizonte imaginario de mi mente diviso la ascensión estival a la cima de Monte Perdido (3.355 m. de altitud). 

No iré sólo, iré con Javi (IG: @javiliyo_f), ambos formamos un buen tándem. Él: una década más joven que yo y con mucha más experiencia y formación en “pateadas”. El bicho es teniente de paracas en el Ejército Español. Yo: un loco enamorado de la montaña que la conoció demasiado tarde pero que pretende grandes gestas personales.

Iremos por una ruta auténtica, para nada turística. Nos gusta lo agreste, lo salvaje, lo (in)dómito. La ascensión a día de hoy al Monte Perdido ya no requiere de piolets ni de crampones puesto que la nieve se fue justo esta semana. Pero cruzaremos algún glaciar. Y de paso atravesaremos otras cotas que conservan el elixir del invierno. Restos de nieve helada nos aguardan en el Cilindro, Torre de Marboré, Espalda Esparrets, Soum de Ramond… según información fresca del Refugio de Goriz (o de Gorriz para los bastetanos jaja). Mientras vuelo en el AVE nos llegan más datos sobre las condiciones de ciertos pasos. Necesitaremos una cuerda de 30 metros.

El planning del viaje es el siguiente: 

3/7/23: Javi anda en Madrid. Yo pillo el AVE en el que estoy retomando mi blog y me descargan en Madrid sobre las 7. Vamos a su casa, planificamos ruta, revisamos material, cena potente y a dormir.

4/7/23: Salimos de Madrid temprano y vía coche nos plantamos en los Pirineos, comemos en Ainsa y lanzamos un primer paso desde el aparcamiento de Pineta. Haremos noche en el Refugio de Tucarroya (2.268 m. de altitud).

5/7/23: Día D. Monte Perdido. Vamos a por él. Como dice mi amigo Jesús Jiménez, la técnica es clara: paso de viejo, espíritu de joven. Después bajaremos y haremos algunas piruetas de regalo deleitándonos con el paisaje mágico de la Cola de Caballo o el ambiente pirenaico que haya en el concurrido “Gorriz”, para acabar haciendo una segunda noche en el estratégico paso donde se ubica el mítico Tucarroya.

6/7/23: Bien tempranico descenderemos de Tucarroya a nuestro campamento base. Nos espera un alojamiento con una ducha que valdrá millones y un estrella Michelín para la cena. Después lo que el cuerpo aguante y a dormir en una lujosa cama un poco menos rígida que las que doblemente usamos 48 horas antes.

7/7/23: Bajaremos de Pirineos a Madrid. Javi se quedará en casa antes y yo cogeré el AVE de las 8 para llegar a Granada sobre las 00:00. Sobre las 01:00 pisaré Baza.

Llegaré empapado y calado, todo el planning estará repleto de lluvia pirenaica, condiciones que me motivan aún más y que me aportarán aprendizaje. Cuando toda esta senda acabe empezaré a fabricar otra entrada complementaria a ésta. Seguro que es mucho más interesante. Su título está claro: MONTE PERDIDO (FEEDBACK). Un cruce de la Península Ibérica en ida y vuelta de más de 1.900 km. Todo para subir una montaña, bajarla y volver a mi hogar. ¿De locos o de cuerdos? Ni idea; lo que sí sé es que vendrán más moles. Se viene una progresión ascendente.


SANTARBARA

Todos los onces de diciembre se conmemora el Día Internacional de las Montañas. Aquí una estampa invernal de mi preferida, Santa Bárbara, cima de la Sierra de Baza con 2.269 m. de altitud, prominente mole que presenta sus mejores galas en forma de invernales mantos azulados o blancos. Bajo su capa del frío, enraíza la sabina rastrera protegiendo los suelos del solitario pino salvaje. Cuando anda desnuda sin nieve, con la eficaz pisada del montañero, sus desgastadas piedras suenan a rotura de cristales finos y sus cantos tornan a navajas afiladas. Brom-brom, brom-brom… sonidos repetitivos que de forma simplificada se oirán cuando hundamos nuestro pie sobre la nueva nieve. Aquí las jornadas siempre caerán con degradados perfectos. Y toda esta amalgama, con otras múltiples variantes, hará que mi alma respire en plena libertad.


OASIS MULHACÉN

Recuerdo llenar una cantimplora en las primeras horas de la mañana. Eran aguas frías y nacientes. Meditaba sobre su inevitable discurrir. Acabarían mutando a otro estado. Dos metros más arriba ni existían. Pero paridas, rozaban y rozaban a piedras apizarradas que ya andaban más que moldeadas. Las aguas al paso se autolimpiaban de impurezas y curaban con suavidad las heridas de objetos agrestes. Mirarte en su reflejo es verte como el dominador macho montés. Beber de ellas es conectar con otras fuerzas. Al partir, mi mochila bajaba repleta de satisfacción. Había ascendido por arterias que me llevaron al corazón de la península ibérica. Al Mulhacén. Estuve en el techo. Sobre la cima. Todo bajo mis hispánicos pies. Allí, La Caldera puede ser un glaciar o el Valle del Poqueira un mero espejismo. In situ entiendes que tu vida puede ser un sueño que camina inevitablemente hacia un despertar real. Allí entiendes el por qué. Allí el dónde y el cuándo importa nada. Me hablaba mi pensamiento oceánico, en su fase de identificación transpersonal. Las montañas están repletas de leyendas. Sólo hay que saber leerlas, paso a paso, palabra a palabra, a fuego lento. Hay tierras en las que abundan las lagunas y piedras caídas de la Luna. En ellas siempre encontrarás refugio. Por mi parte seguiré por estas vías espirituales, en búsqueda de más altares naturales y nevados. Son mis atajos hacia pensamientos sencillos. Me aportan sabiduría. ¿Y a ti? Dime que al ojear todo esto te empodera de algún modo, por muy extraño que sea.


AUTOTRASCENDENCIA

Hace unos años anduve trabajando en un proyecto o vía de exploración hacia la autotrascendencia. Pues bien, he decidido recuperar esta senda y seguir avanzando hacia una investigación bastante compleja pero profundamente necesaria. Me encamino hacia el valor de ir más allá de nuestro propio yo. Seguiré empleando la palabra y la imagen. Hasta ahora os he ido contando todo a base de páginas sueltas. Ya ando preparado para ir montando mis propios libros. Os voy a llevar a otros espacios, a otros lugares, a otras experiencias… donde espiritualmente cambiamos de forma asombrosa y nos hacemos verdaderas preguntas. Espero que mis creaciones te sirvan y te inspiren tanto como a mí.

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